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SOBRE LAS “PANDEMIAS” DE ENFERMEDADES RESPIRATORIAS A LA LUZ DE LAS 5LB

Texto por el Dr. Luis Felipe Espinosa

Dada la situación mundial actual, considero importante compartir esta nota donde se resumen las diferentes respuestas especiales de supervivencia del sistema respiratorio a la luz de los descubrimientos del Dr. Hamer. Espero que esta información pueda brindar claridad a aquellos a quienes la narrativa convencional en torno a las últimas “pandemias” no les satisface debido a la gran cantidad de incongruencias, tanto del tipo científico, como en el terreno de la comunicación y en las medidas tomadas para su supuesto control.

Con la comprensión de los descubrimientos del Dr. Hamer podemos entender que la “amenaza de una cosa peligrosa, invisible, que flota en el aire y que es transmisible y mortal” puede activar respuestas en cualquiera de los tejidos del sistema respiratorio (tanto pulmón, nariz, bronquios, laringe, pleura, etc.). Todos estos órganos comparten como elemento principal el que tienen como sensación y percepción de base al miedo, con lo que podemos decir que es el miedo y su fisiología, la energía que alimenta a estas respuestas. Ya sea:

- por querer saber si hay peligro al frente, sentir incertidumbre, estar fastidiado… con síntomas de resfriado y disminución del olfato (NARIZ): Programas Especiales de GLÁNDULAS NASALES Y MUCOSA NASAL

- por percibir una amenaza para mi núcleo, familia o miembros de mi territorio, porque alguien cercano puede morir, está enfermo, en peligro o murió de forma abrupta, porque estoy en riesgo de perder mi fuente de ingresos representando esto una amenaza para mi familia, etc.,… con sus respectivas bronquitis y laringitis, tos, fiebre, malestar general, fatiga (BRONQUIOS Y LARINGE): Programas Especiales de MUCOSA BRONQUIAL Y MUCOSA LARINGEA

- por sentir miedo a no poder respirar y sobre todo miedo a morir, por creer que “ya me contagié”, que “puedo morir en breve”… con sus correspondientes bronquiolitis, neumonías, y con abruptos descensos de la saturación de oxígeno (ALVÉOLOS Y CÉLULAS CALICIFORMES): Programas Especiales de ALVÉOLOS PULMONARES Y CÉLULAS CALICIFORMES DE BRONQUIOS Y BRONQUIOLOS

- por sentir un miedo extremo al frente: Programa Especial de RESTOS DE LOS SURCOS BRANQUIALES que generan la sensación de asfixia con ansiedad.

- por sentir un ataque a mis pulmones porque “este virus es muy contagioso y mortal”… con problemas del tipo pleuritis y derrames pleurales: Programa Especial de PLEURA

- o por creer que mis pulmones no son suficientes y van a fallar, o que no voy a poder sostener a mi familia: “esto es demasiado”… generando trombosis e infartos (GRANDES VASOS DEL CORAZÓN: ARTERIAS Y VENAS PULMONARES, Y MIOCARDIO): Programas Especiales de ARTERIAS CORONARIAS, VENAS CORONARIAS Y MIOCARDIO

Y si aumentamos la percepción de que “me siento solo”, “abandonado a mi suerte”, en aislamiento, “fuera de mi medio”, como un “pez fuera del agua” que activa el programa de los TÚBULOS COLECTORES RENALES y aumenta la retención hídrica en el organismo, cualquiera de los otros programas puede empeorar en su clínica…

En resumen, los programas de tipo respiratorio conectan comúnmente con miedos reales e imaginarios (que pueden ser provocados por noticias, redes sociales, televisión, radio, publicidad, etc.) y son los órganos “blanco” que típicamente responderán dando la impresión de contagios, mostrando una especie de “profecía que se autorrealiza”, al más puro estilo cibernético. También se pueden activar al mismo tiempo, programas de otros sistemas, como la piel, los ojos, el riñón, los músculos, el periostio, el intestino, etc. según el muy particular “sentir” de la persona en cuestión, por lo que la sintomatología puede variar notablemente de una persona a otra, de ahí tantas atribuciones supuestas y variaciones de tipo clínico a los supuestos “contagios”.

Queriendo saber qué va a pasar más adelante, algo muy humano por cierto, que brinda psicológicamente la sensación de control, queriendo no entrar en contacto con ese “algo” peligroso, percibiendo amenaza a mi vida o a la de mis seres queridos, etc., inevitablemente activaré estos programas que generarán diversos síntomas y me darán la impresión de que me he “contagiado”, confirmando la creencia en el contagio y reforzando (desde la creencia) el reflejo condicionado, y así sucesivamente. Citando la frase de Mauro Sartorio, tenemos entonces que “a un miedo epidémico corresponde una reacción biológica epidémica…”.

Claramente, si se desconocen estas lógicas biológicas de adaptación para la supervivencia es muy natural creer al mas puro estilo del pensamiento mágico-religioso, que “el mal existe” y viene de afuera, lo que deja de lado los criterios de organización de lo vivo descritos por los biólogos desde hace décadas sobre cómo funcionan los organismos y cómo responden a su entorno, además de proveer del material necesario a los que aprovechan tan terrible situación mundial (posiblemente creada ¿?) para manipular a la gente y orientarla a donde conviene para sus propios fines…

Quizás a esta altura el lector alcance a dimensionar la importancia de que se conozcan estos descubrimientos científicos realizados por el Dr. Hamer, que llevan suprimidos ya cuatro décadas (1981-2021), y que ahora más que nunca la humanidad requiere para comenzar a salir del atolladero que conlleva la ignorancia de cómo estamos hechos, cómo funcionamos y cómo es que nos hemos adaptado tantas veces antes para seguir adelante, y tal vez orientarnos en otra dirección para crear una humanidad mejor.



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