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SECUENCIA DE ACTIVACIÓN DE UN
SHOCK BIOLÓGICO

“En este gráfico se sintetizan los principales elementos involucrados en la activación de un shock biológico y su respuesta especial de supervivencia”

Texto por el Dr. Luis Felipe Espinosa.

Distinguimos los siguientes elementos siguiendo el orden planteado en el gráfico:

a) Realidad de primer orden

La realidad objetiva, medible y experimental. En la que no hay valoración y se refiere a las propiedades físico-químicas de la materia.

b) Percepción

Se refiere a la imagen de la realidad que percibimos con nuestros sentidos a través del sistema receptor (humano) conformado por la visión, la audición, el tacto, el gusto y el olfato.

c) Realidad de segundo orden

El significado, sentido o valor que le atribuimos a lo que podemos percibir. Esto es condicionado por nuestro código biológico así como por nuestras limitantes sociales, culturales e individuales. Es la significación que la atribuimos a la realidad del 1° orden.

d) Evaluación de la situación

Las representaciones del lenguaje de las personas así como sus “territorios cognitivos” les permiten el “acoplamiento” con la realidad (de primer orden) y desencadenan o no (de acuerdo al condicionamiento dado por el marco conceptual y el contexto cultural) respuestas emotivas y perturbaciones que producen cambios estructurales. Los cambios estructurales extremos son respuestas de adaptación para la supervivencia o programas biológicos especiales.

e) Conflicto Biológico (DHS, Recaída, Riel)

El denominado “shock biológico” es una respuesta abrupta y apremiante de adaptación al peligro que se percibe y que activa respuestas automáticas ya probadas en la filogénesis y por probarse continuamente en la ontogénesis pues la evolución continúa. Este evento es el que desencadena la activación de los programas biológicos especiales.

f) Conflicto NO Biológico

Si se considera como criterio básico de la palabra “conflicto” el aspecto de apremio o apuro o incluso de lucha o pelea (por sobrevivir) y que puede comprobarse que activa una vía neurológica completa que conecta canal perceptual, centro cerebral, órgano y sentir emotivo independientemente de que haya consciencia o no de una representación mental entonces es un “conflicto biológico”. El “conflicto no biológico” (si es que existe) sería entonces aquel que no presente estos elementos. Por lo tanto estamos solo ante una división meramente conceptual que tendrá que ser sujeta a una revisión y consenso posterior, cuando este conocimiento sea del dominio común.

g) Activación biológica

Cuando se logra observar una respuesta que vincula: canal perceptual, centro cerebral, centro del órgano y sentir emotivo (sea consciente o no su representación mental).

h) Simpaticotonía generalizada

La primera fase de un programa biológico especial en la que predomina el tono neurovegetativo simpático, accionado por catecolaminas (agudo) y si se prolonga mediado por el cortisol (crónico).

i) El “sentir biológico”

Es la sensación que se produce en la percepción del shock. El Dr. Hamer utilizó descripciones de estos “sentires biológicos” en un lenguaje perceptual “biológico”, por lo tanto analógico (no verbal) en el inicio, que es característico de los animales y que en el ser humano se vincula a las emociones de la persona que son parte del territorio cognitivo propio de cada sujeto y que se expresan a través del lenguaje (verbal y no verbal). La clave para comprender la vinculación entre el “sentir biológico” y el órgano y centro del cerebro impactado en el shock, es describir el recurso de adaptación que brindó en el origen el surgimiento de ese órgano y su función en condiciones inesperadas de vida o muerte.

j) La triada: Psique-Cerebro-Órgano

Es solo una “división” conceptual con el fin de indicar los distintos niveles en donde se pueden apreciar los cambios desencadenados por una activación biológica. Es importante señalar que además se puede añadir un nivel más de forma general que es el nivel neurovegetativo “autónomo” (simpático y parasimpático) que vincula a todos.

El nivel psíquico se corresponde con la integración de las percepciones y reacciones a nivel mental, es donde opera la conexión con las representaciones propias del sujeto, está por tanto condicionado a su individualidad y al uso de su mente y contenidos. Es por lo tanto un nivel que alberga mucha información pues es aquí en donde se puede expresar a través de la comunicación y el uso del lenguaje (verbal y no verbal) la representación de la experiencia (shock y sentir biológico) que se ha hecho la persona en su estructura (órganos). El Dr. Hamer considera la psique como la integradora de todas las funciones del comportamiento. Al percibirse un shock biológico, a nivel de la psique el individuo está en estrés mental, enfocado en la situación que se detonó.

El nivel cerebral es el regulador central de las funciones de todos los niveles, por tanto vincula las representaciones del sujeto con el comportamiento, los órganos, los tejidos y sus funciones. En palabras del Dr Hamer <<es complejo pues el ordenador (cerebro) programa en realidad al programador (la psique) y por lo tanto se programa a sí mismo>> , lo cual es una bella y simple forma de decir que estamos ante la circularidad propia de un sistema autopoyético. El Dr. Hamer descubrió que en el momento en que ocurre un shock biológico, se activa un área en el cerebro muy específica y predeterminada. El impacto del shock es visible en un escáner cerebral tomográfico como un grupo de finos anillos concéntricos y su ubicación (relé cerebral) dependerá del “sentir biológico” percibido.

El nivel de los órganos y tejidos con sus cambios funcionales y celulares es el nivel en el que se expresan todos estos procesos cambiantes. En el momento en que se experimenta un shock biológico, el (o los) órgano(s) correspondiente(s) optimizarán su función para contender con el tipo de situación de peligro específica que está experimentando el individuo. El Dr. Hamer describe la forma en la que responde cada órgano en particular de acuerdo a su origen embrionario y a la fase en que se encuentre la activación biológica.

Si la estrategia funciona, esta tiende a repetirse y a establecerse como respuesta cada vez más automatizada. Así se solucionan los encuentros con cosas nuevas. Son estas soluciones las que van constituyendo poco a poco una especie de modelo “autopoyético” (que se crea a sí mismo) que se reitera a lo largo del tiempo. Al sostenerse en el tiempo llega a formar parte del individuo y se convierte en una respuesta automática. Es posible que así se hayan podido configurar los programas genéticos.

Con el tiempo se forman los sistemas “perceptivos-reactivos” es decir, las formas de complemento entre una percepción y una respuesta dirigida a lidiar con el estímulo de la percepción. Los organismos perciben los estímulos y reaccionan a ellos basados en las estrategias implementadas previamente. También la percepción queda “facilitada” por estas secuencias y sus modalidades redundantes. Así se acopla la percepción (segundo orden) con la realidad externa (primer orden) y forman una sola cosa, es el proceso “estructuralmente acoplado” de la cognición, de la vida.

Referencias:

  • ¿Es real la realidad?, P. Watzlawick, 2003, Herder
  • La estructura de la magia, R. Bandler/J. Grinder, 2010, Cuatro Vientos
  • El arte del cambio, G. Nardone/P.Watzlawick, 2007, Herder.
  • La trama de la vida, F. Capra, 1998, Anagrama
  • De cuerpo presente, F. Varela/E. Thompson/E. Rosch, 2011, Gedisa
  • Resumen de la nueva medicina, R.G. Hamer, 2005, Amici di Dirk

 



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